Gustavo Ruiz

#BocaCampeón

River le dio brillo al campeonato que Boca se llevó merecidamente

Los bosteros terminaron festejando un título al que lo sufrió más de lo esperado. En algún momento parecía que se le escapaba cuando las gallinas atropellaron y se pusieron a un punto, pero en la recta final Boca mostró el temple que le faltó al resto.

El campeonato que Boca está festejando por anticipado no reúne, ni por asomo, el formato que hubiese deseado el hincha bostero de corazón. Todo fue extraño en el desarrollo y el epilogo del campeonato.



Boca fue puntero desde la fecha 13 del torneo, y en un momento saco sacó 11 puntos de diferencia sobre River. Pero un quedo de Boca, más la embestida de River, hizo que esa luz se achicara a su mínima expresión y quedó a una sola unidad.



Por ese entonces, a decir verdad 3 o 4 semanas atrás, muchos pusieron en duda que el dueño del campeonato serían los dirigidos por el Mellizo y ya avizoraban que la vuelta olímpica se mudaba hacia el Monumental.



Eran épocas donde la capacidad de Boca estaba en tela de juicio y se ponderaba, en cambio, la sapiencia del Muñeco Gallardo para adosarle a su equipo el plus de jerarquía que se precisaba para arrebatarle la corona a sus primos.



Boca no reaccionaba, y llegó esa noche tenebrosa del empate de Huracán sobre la hora, mientras que desde Núñez se informaba del triunfo de River para achicar a un puntito la diferencia. Boca no era Boca, y River se potenciaba a si mismo. ¿Recuerdan los comentarios de la prensa?  “River se agranda y le puso a Boca el aliento en la nuca”, decían satisfechos porque el negocio salía redondo: Boca y River peleando un título no se da todos los años y representa expectativa creciente en sentido exponencial, esto se traduce en expectativa, la expectativa en audiencia y la audiencia en ventas. Así de sencillo.




River inflaba el pecho al compás de la manija que le daban desde los medios. Boca parecía abatido, parecía… Porque San Lorenzo le puso el freno el envión de River, y Boca despachaba a Independiente en la Bombonera recuperando su nivel y la confianza en si mismo.




Después vino la segunda caída consecutiva en otro clásico cuando Racing lo goleó en el cilindro al Millonario, mientras los xeneixes se floreaban en Mar del Plata ante Aldosivi.



Entonces el torneo, que en un momento se puso al rojo vivo, se enfrió de golpe hasta culminar de una manera extraña: Boca festejando en las entrañas de un hotel, sin siquiera jugar y lejos de la Bombonera, escenario que recién pisará el domingo con el título en el bolsillo.



Mientras River tuvo vida, el campeonato fue interesante, porque si no se hubiese prendido en la pelea, el actual hubiese sido el título con menos color que obtuvo Boca, por las dudas del equipo en medio del campeonato. Al final, las gallinas le terminaron dando lustre al titulo que los bosteros se llevaron para engordar su colección de trofeos, y de paso darle pie a las clásicas e interminables cargadas que congestionaron el tráfico de las redes con banderas azul y oro.



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