Las buscamos

Buscan a 3.294 adolescentes en el país: 7 de cada 10 son mujeres

Muchas de ellas son chicas golpeadas o abusadas, que prefieren huir antes de soportar la violencia en el hogar.

Gala Cancinos, Daiana Garnica, Jimena Vieyra, Alejandra Romero, Zoe Cruz, Ludmila Bolado, Ludmila Aracena, Camila Palena, tienen 14, 16, 17 años, no están en sus casas, no aparecen por ningún lado. Sus fotos circulan por las redes sociales, en la página de Missing Children y son parte del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas del Ministerio de Seguridad, que en este momento tiene activas 6.987 búsquedas. El grupo que más preocupa es el de los 12 a los 18 años, que suma la mitad de las búsquedas (3.294), y en esa franja, siete de cada diez son chicas. Sólo entre el 2016 y lo que va de este año se denunció la desaparición de 3.777 chicas de esa edad: 1.586 aparecieron, pero aún no lo han hecho 2.191.



“Por un tema cultural, cuando una chica no vuelve a su casa en general se hace la denuncia más rápido que si se trata de un varón, porque se entiende que corre más peligro en la calle”, dice Lidia Grichiner, de Missing Children.



María Alejandra Mángano, de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), acuerda en ese punto -las mujeres en las calles corren más riesgo- pero agrega otro de vital importancia: “Muchas de estas desapariciones tiene que ver con situaciones de maltrato intrafamiliar. Son chicas golpeadas, víctimas de violencia y abusos sexuales. Los hogares violentos expulsan a las chicas, que prefieren huir antes de soportar la violencia”.



En 2013 la PROTEX y la organización Acciones Coordinadas Contra la Trata habían publicado el informe: “Búsquedas en democracia. diagnóstico sobre la búsqueda de personas entre 1990 y 2013. En ese momento figuaraban como buscadas 6.040 personas (3.231 mujeres y niñas), y decía: “El grupo etario que concentra mayor número de desaparicienes es el de 12 a 18 años, con una tendencia aún más marcada en el caso de las mujeres adolescentes”.



El informe se actualizó y se agregó un dato clave sobre “sesgos de género”: si bien la mayor cantidad de búsquedas se centra en adolescentes mujeres, es inversa la proporción de aparición de cadáveres NN: la mayoría son varones. “¿Cuáles son las posibles vinculaciones entre esta diferencia y el delito violento del cual podrían haber sido víctimas las mujeres desaparecidas?” Plantea el informe, y habla de “explotación sexual prostibularia y de los femicidios, que en ocasiones conllevan una apropiación del cuerpo de las víctimas por parte de sus captores”. El informe también dice que “el aparato burocrático estatal no registra de manera sistemática la aparición de las personas”.

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