Refundarse para no morir

Juventud Antoniana necesita refundarse. No hay otra alternativa. Los golpes recibidos en los últimos tiempos han dejado tan debilitada a la institución antoniana que ya no basta con un simple cambio de timón o con medidas coyunturales.

Lo futbolístico, que fue muy pobre y anárquico en las últimas temporadas, queda de lado, ya que lo más importante es la institución. Las actuales autoridades de Juventud, que en algún momento amagaron con renunciar, se deben hacer cargo de esta situación bajando el nivel de soberbia y confrontación que han evidenciado últimamente. Un clara evidencia de esta soberbia fue la conferencia de prensa de la semana pasada cuando el presidente antoniano desafió  a todos en conferencia de prensa diciendo “Me voy a ir cuando yo quiera o cuando el club no de más”. En realidad el presidente, que está muy mal asesorado, debería haber dicho que se va a quedar hasta que cumpla su mandato, para el cual los socios lo eligieron.

El absolutismo de las dinastías borbonas en Francia o Stuart en Inglaterra ya no existen, pero lamentablemente José Muratore se aferra a los conceptos del autoritarismo que sólo llevan a la debacle. Esta debacle en la que Juventud Antonianaestá inmerso se originó con medidas erróneas por parte de la C.D. basadas en la insensatez y la soberbia que sólo pusieron a Juventud en medio de un caos del cual es muy difícil salir. Denuncias por violencia de género, malversación de fondos y maltrato han hecho del presidente antoniano una figura débil y cuestionada. Es por eso que Muratore debe ser lo suficientemente inteligente para provocar una revolución que permita sumar gente que quiera trabajar y así refundar Juventud, de otra manera cualquier proyecto futbolístico terminará en fracaso.