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Hijos de mujeres asesinadas por violencia de género ahora están protegidos por una ley

El proyecto fue aprobado ayer; qué dicen las estadísticas; el perfil de los femicidas.

En los últimos cinco años, al menos 1400 mujeres fueron asesinadas en la Argentina en el marco de casos vinculados a la violencia de género. Así lo establecen los datos recolectados por la ONG La Casa del Encuentro.



Teniendo en cuenta que la mayoría de los femicidas tenían algún vínculo con las mujeres que asesinaron, hay otro dato que preocupa: los niños, las otras víctimas de la violencia de género. Entre 2012 y 2016, al menos 1815 hijos se quedaron huérfanos tras las asesinato de sus madres, y 64% de ellos eran menores de edad. Cada año, más de 300 chicos pierden a sus madres por femicidio.



En ese marco, desde la Casa del Encuentro, y con el apoyo de otras ONG y organizaciones, impulsaron una ley para proteger a estos niños. A este proyecto inicial se sumaron varios otros que en conjunto dieron lugar a una ley que fue aprobada ayer. Se trata de una normativa por la cual se privará de la responsabilidad parental (patria potestad) a las personas que han sido condenadas por femicidio, por lesiones graves contra la madre o sus hijos o por abuso infantil. También incluye a estos delitos en grado de tentativa.



Dos casos

Dos casos que marcaron esta lucha, y el impulso para promover la normativa, fueron el de Adriana Marisel Zambarno y Rosana Galliano.



Zambrano, fue asesinada a golpes y patadas por el padre de su hija en 2008. Tras la golpiza,las encontraron a ambas tiradas en la cama: Marisel yacía muerta, Josefina, de apenas 9 meses, lloraba a los gritos.



La ex pareja de la víctima, fue hallado culpable de "homicidio preterintencional", y se lo condenó a cinco años de prisión. Hoy está en libertad y tiene permiso para ver a su hija Josefina tres veces por semana.



Galliano fue asesinada a balazos en la puerta de su casa en 2008 en Exaltación de la Cruz, sus hijos Jerónimo y Nehuén tenían 4 y 3 años. La justicia condenó a José Arce, padre de los niños, a prisión perpetua por el homicidio. La sentencia también alcanzó a Elsa Aguilar, madre de Arce. Hoy ambos cumplen prisión domiciliaria, y los chicos viven con ellos.



El perfil de los femicidas

¿Qué se sabe de los femicidas?¿Hay patrones comunes entre ellos? Si bien cada caso tiene sus particularidades, las estadísticas permiten trazar ciertas características comunes que determinan el perfil de los hombres que cometen estos crímenes.



El 60% (842) de los asesinos de los últimos 5 años (2012-2016), tienen entre 19 y 50 años, según el relevamiento de la Casa del Encuentro.



Pero un dato que se repite en la gran mayoría de los casos, es el vínculo que los femicidas tienen con la víctima. En el 62% (862) de los casos de los últimos 5 años, el asesino era la pareja, esposo o novio actual o ex de la víctima.



El año pasado, en 187 de los 290 femicidios ocurridos en el país, las víctimas eran parejas o ex parejas del asesino. En otros 48 casos, el homicida era un familiar de la mujer.



Los datos también permiten establecer que entre 2012 y 2016, el 50% de las víctimas murieron baleadas o apuñaladas, esto equivale a un total de 683 casos.



En tanto, en 165 casos de femicidios de los últimos 5 años, ya existían denuncias previas, y en 132 hubo indicios de abuso sexual.



Por otra parte, el 50% (562) de los femicidios en los últimos 5 años, ocurrieron en la vivienda compartida entre el femicida y la víctima o en el hogar de la mujer asesinada. Sin embargo existe otro dato alarmante: 112 casos ocurrieron en la vía pública.



"Un rasgo en común que tienen los femicidas es la deshumanización de las mujeres para elevar su autoestima, como si estuviesen obligadas a cumplir la función que ellos tienen internalizada", explica Laura Quiñones Urquiza, especialista en técnicas de perfilación criminal. "Muchas de estas mujeres llegan a un punto en que no pueden someterse a tanto control e intentan imponer su voluntad, se dan cuenta que se trata de un vínculo patológico y dicen basta. Para algunos de estos hombres, el no de ellas es no querer cumplir con sus expectativas, sosteniendo una función que para ellos, deben cumplir y por eso consideran merecen ser aniquiladas", añade.







Con respecto a si es posible detectar antecedentes a estas situaciones violentas, Quiñones Urquiza sostiene: "Algunos de estos comportamientos precursores implican maltrato psicológico y emocional de vieja data, prácticamente invisibles que son racionalizados. Les hacen creer a sus víctimas que se trata de amor y atención, pero no son nada más que manipulación y desvalorización que suele estar naturalizado en sus parejas".



En ese sentido coincide Ada Rico, de la Casa del Encuentro: "Si hay un rasgo común en todos los casos para destacar, es el control.Los hombres violentos son controladores porque necesitan a esa mujer como posesión".



"Cuando ya tienen una relación aparecen los celos, el aislamiento. Aislar a la mujer les sirve, le impide a ella compartir su experiencia y la termina naturalizando", detalla Rico. Y agrega: "Empiezan manipulando, con algunos comportamientos sutiles, disfrazados de preocupación y amor".



"Por eso lo primero que hacemos con las mujeres que llegan a la Casa es buscarles redes de contención. Te das cuenta de que se dejaron de hablar hasta con sus amigas, su familia. Tienen que revincularse", enfatiza Rico.



En tanto, destaca un dato fundamental: "Esta problemática atraviesa todos los sectores económicos y sociales". Además, Rico señala que es importante asesorarse antes de hacer una denuncia de violencia de género, para lograr armar una red de contención que le permita a la mujer llevar adelante el proceso.

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