El Albo y un doble desafío: desterrar viejos fantasmas y sacar chapa de candidato

Gimnasia y Tiro atraviesa su mejor momento futbolístico en mucho tiempo y sus hinchas están dulces. Si el Albo derrota a Unión Aconquija, automáticamente se meterá en el grupo selecto de cinco equipos que pelearán por el primer ascenso al Nacional B.

No obstante, el conjunto millonario y particularmente su delantero estrella, Juan Martín Amieva, tienen la posibilidad de desterrar los viejos fantasmas que los atormentan desde la temporada pasada (aquel recordado partido ante Alem). Como una paradoja del destino (o una revancha), también será frente a un rival catamarqueño.

Por supuesto que es otro el contexto y otra la historia, sin embargo es una inmejorable oportunidad que se le presenta al Albo para abrochar la clasificación con una fecha de antelación y además para sacar chapa de candidato y definitivamente mentalizarse en pelear por un ascenso a la segunda categoría del fútbol argentino. Los astros se alinearon para Gimnasia y depende de sí mismo para lograr el primer objetivo. ¿Lo aprovechará?

Partidos son partidos y hay que jugarlos, desde luego. Sería un grave error subestimar a Unión Aconquija (que llega con enormes problemas al Gigante del Norte), de eso no quedan dudas. Allí radicará entonces la virtud que deberá tener el equipo de Duilio Botella para afrontar el rol de protagonista y ganar un partido vital para sus aspiraciones. Y fundamentalmente no desesperarse en meter el primer gol antes que el segundo.

Sin dejar de lado el afán ofensivo, el Albo deberá hacer culto de la paciencia y no jugar al ritmo del hincha, que seguramente acompañará en buen número.

Son varios entonces los desafíos que se le presentan a Gimnasia. Primero y principal lograr la clasificación (si se concreta esta tarde, mejor aún). Segundo, demostrar que tiene atributos genuinos para pelear verdaderamente por el ascenso. Está claro que no hay grandes cucos en la presente temporada (como en su momento Sportivo Belgrano, Talleres, Santamarina, San Martín) y eso alimenta la ilusión en la Vicente López. ¿Será este el año?