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Es ex combatiente de Malvinas y lucha por ser aceptada como mujer

En 1982, cuando Tahiana Marrone tenía 17 años, participó de la guerra que más marcó la historia de los argentinos.

Tahiana Marrone tiene 51 años y es ex combatiente de Malvinas. En 1982 participó de la guerra como soldado cuando tenía 17 años. En ese entonces su nombre era Osvaldo.



Desde hace dos años Tahiana readecuó su identidad de género y es una mujer trans que busca ser aceptada por la sociedad y sobre todo por su propia familia.



Ella vive en Chañar Ladeado, Santa Fe. Trabaja como técnica en sistemas y es empleada de Lotería de Córdoba. A los 17 años, fue soldado del Batallón de Ingenieros Nº 9 con sede en Sarmiento (Chubut), cuando combatió contra los británicos. Estuvo en un pozo de zorro en la Bahía Fox, en la isla Gran Malvinas, de donde salió derrotado el 14 de junio de 1982, relata Clarín.



Sus recuerdos de aquella época se reflejan en una imagen, el día en que volvieron a Puerto Madryn: "La gente se acercaba a los camiones para darnos pan. Es el recuerdo más fuerte, el que siento más profundamente", cuenta Tahiana al diario Día a Día, y agrega: "Obvio que cargo con la derrota. Esa es también una mochila que cargo: sentir que defraudamos por no haber concretado la misión", confiesa.



Además de cargar con esa mochila, carga con otra más: tiene el síndrome de Klinefelter, conocido como "XXY", una variación cromosómica que consiste en la existencia de dos cromosomas X y un cromosoma Y. A los 21 años comenzó un tratamiento con testosterona y a esa misma edad se casó con una mujer de la que se había enamorado, con la que tuvo dos hijos por inseminación, recoge Clarín.





"Ese tratamiento con hormonas me reventó la vida, me la pudrió por dentro. Cada mes el tratamiento me hacía más daño, y cada mes yo me sentía más tirado hacia lo femenino, cada mes me sentía como fui toda mi vida, y cada mes yo me iba apagando más", cuenta ahora Tahiana.



Fue por eso que dejó de seguir con ese tratamiento. Hace más de dos años que dejó de inyectarse hormonas, y hace casi un año y medio desde que su identidad cambió. Cuenta que le gustaban las mujeres, pero que a la vez se sentía mujer: "Por lo general, las trans deben adaptar su cuerpo a su mente. Yo tuve que adaptar mi mente a mi cuerpo". No se operó, sólo dejó de inyectarse testosterona.





Pero esa decisión le costó la aceptación de su propia familai. "Uno de mis hermanos me dijo que yo no pensé en ellos cuando dejé las hormonas. Con mis hijos apenas nos hablamos o nos escribimos… No sé si algún día tendré nietos… No de tenerlos, sino de conocerlos, de mimarlos, de poder malcriarlos. No sé si algún día mis hijos lo entenderán: yo sigo siendo la misma persona. Me quedé sin hijos, sin varios de mis hermanos, y eso es durísimo. Tengo amigas que adoro, con las que me divierto y me ayudan, pero después, cuando vuelvo a mi casa, es siempre lo mismo: estoy sola física y espiritualmente", contó.



Según cuenta el diario cordobés, Tahiana participó el domingo 2 de abril en el homenaje que su pueblo, Corral de Bustos, les hizo a los ex combatientes de Malvinas. La ovacionaron. Hoy su perfil de Facebook se llenó de mensajes de apoyo, para que nunca baje los brazos.



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