Contrarreloj

El Gobierno apura acuerdos con gremios para atenuar el impacto del paro de la CGT

Ayer se reunió con los sindicatos más afectados por las importaciones y la baja del consumo, y hoy anuncia un convenio con los del sector automotor; busca exhibir acción ante las protestas.

EL Gobierno construye contrarreloj un escenario para atenuar el impacto que tendrá el inminente anuncio del primer paro nacional de la CGT a la administración de Mauricio Macri. El Presidente quiere exponer ante la sociedad acciones concretas. Y la primera se dará hoy cuando anuncie un acuerdo productivo con el sector automotriz, que incluye a empresas, gremios y al gobierno nacional, similar al que firmó por la explotación al yacimiento de Vaca Muerta.



Pero además ayer el Gobierno se comprometió a que desde la semana próxima convocará a los sindicatos de la industria -Smata, UOM, textiles, ceramistas y calzados- y a los empresarios para avanzar en nuevos acuerdos sectoriales. El cronograma, que aún ayer no estaba definido, sería de uno o dos gremios por semana.



En un contexto atravesado por las movilizaciones y los paros, el objetivo del Presidente es licuar el golpe que tendrá la medida de fuerza que impulsa la central obrera, descomprimir el clima de conflictividad que plantean algunos gremios y, al mismo tiempo, apunta a mostrarse activo y con capacidad de respuesta. En ese sentido será importante la fotografía que podría conseguir hoy de algunos pesos pesados de la CGT, entre ellos el líder de los metalúrgicos, Antonio Caló, en la Casa Rosada. También esperan la presencia del secretario general del sindicato de mecánicos, Ricardo Pignanelli, hoy alejado de la conducción de la CGT.



El primer paso lo dieron ayer en el Ministerio de Trabajo. Ahí, representados por los ministros Jorge Triaca (Trabajo), Francisco Cabrera (Producción) y el secretario de Comercio, Miguel Braun, el Gobierno recibió a los representantes de algunos de los gremios industriales más afectados por la caída del consumo y el aumento de las importaciones.



"Venimos trabajando con cada actividad productiva para dar soluciones de fondo y hacer crecer el empleo. Tenemos el mismo objetivo. Por eso hoy [por ayer] nos reunimos con Jorge Triaca con sectores importantes. Y en ese mismo marco mañana [por hoy] anunciaremos otro acuerdo importante, el automotriz, junto a gremios, trabajadores, cámaras y empresas, para producir más y tener más trabajo para los argentinos", dijo Cabrera.



Según relató el responsable del área de Producción, uno de los ministros más cuestionados por los sindicatos, hubo un reconocimiento de los gremialistas sobre que el principal factor que afectó las actividades fue el deterioro del mercado interno y el consumo, aunque remarcaron los problemas que sumó en ese escenario el crecimiento de las importaciones.



"Nos pusimos de acuerdo con la UOM en el tema de las importaciones. Coincidimos en el diagnóstico de que las importaciones fueron un 10% menos en 2016 que en 2015", describió Cabrera en declaraciones radiales.



Las iniciativas que impulsa el Gobierno, sin embargo, no serían suficientes para forzar una tregua con los gremios. "Queremos hechos concretos, como una normativa o un decreto presidencial para frenar los despidos y las suspensiones", dijo Juan Carlos Schmid.



Los gremios convocados por el Gobierno son, casualmente, los que más presión interna ejercen dentro de la CGT para activar un paro general. Salvo el Smata, que no comulga con el triunvirato de mando, la UOM, textiles, calzado y ceramistas dieron su visto bueno para adherir a una huelga a principio de abril (sería el 6). "Si la CGT hace el paro, la UOM para", anticipó Caló.



Pese a los esfuerzos por morigerar el reclamo sindical, en el Gobierno reina la resignación. "Es casi imposible desactivar el paro. Pero no hay que dramatizar, al día siguiente seguiremos dialogando", dijeron fuentes cercanas al jefe del Estado.



Mientras tanto, hoy, desde las 9.30, en el Salón Blanco, Macri anunciará el nuevo acuerdo tripartito entre gremios, federaciones empresarias y el Estado. El antecedente, aunque con diferencias importantes, fue el que firmaron en enero la Casa Rosada, el gobierno de Neuquén, los gremios petroleros y las empresas por la explotación de Vaca Muerta. Desde ese momento, el objetivo de Macri fue lograr un efecto contagio en otros sectores, y hoy sumará el segundo.



Desde el Gobierno aseguraron que tomaron las acciones que posibilitaron la negociación en la que los empresarios se comprometen a realizar una mayor inversión y los trabajadores están dispuestos a revisar algunos puntos como el ausentismo, que en el sector representa el 8%, y a mejorar la producción. El objetivo es que la Argentina se transforme en un mercado de 1.000.000 de automóviles.



"El cepo o las devaluaciones fueron falsas soluciones que nos dejaron con un problema estructural de empleo y pobreza. Aunque algunos quieran volver a ese camino, nosotros estamos mirando para adelante", sostuvo Cabrera.

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