Macri y la UCR avanzaron en la estrategia electoral

El chalet presidencial de Olivos fue el escenario de la áspera cena entre el presidente Mauricio Macri y la cúpula de la UCR, donde se avanzó en la planificación del año electoral. Falta de participación en las estrategias parlamentarias y en el armado de medidas sensibles son dos de los reclamos recurrentes del centenario partido al PRO, ya que ambos integran la alianza oficialista Cambiemos. Pero se coló uno más: las críticas por el revuelo que generaron las declaraciones del jefe de la Aduana Juan José Gómez Centurión sobre la última dictadura militar.

Más allá de las divergencias el Frente pudo avanzar en el armado electoral, de cara a las elecciones legislativas de este año. El ministro del Interior Rogelio Frigerio dijo tras el encuentro que "se acordó conformar una mesa que va a oficiar como comando electoral integrada por las distintas fuerzas", en conferencia de prensa conjunta con el presidente del radicalismo José Corral. Esa mesa estará representada por todas las fuerzas políticas que forman la alianza gobernante y en principio estará integrada por nueve representantes, cuatro del PRO, cuatro de la UCR y uno por la Coalición Cívica.

El dirigente consideró que "fue una cena muy cordial, de mucho intercambio" y que una de las claves fue "agotar las instancias de acuerdo para concentrar toda la energía en las tareas de gobierno" al momento de armar las listas. Los voceros del encuentro dijeron que no se habló del escándalo sobre las declaraciones de Gómez Centurión y trataron de transmitir un clima de armonía.

"Gómez Centurión ya pidió disculpas", había dicho Corral en la previa del encuentro, luego de que el radicalismo expresara su malestar con el funcionario, que había negado que hubiera existido un plan sistemático de exterminio durante la dictadura. Los dirigentes de ese partido repudiaron las declaraciones del jefe de la Aduana -militar retirado y ex-carapintada- pero se cuidaron de no presionar a Macri, ya que ninguno pidió la renuncia del funcionario.

Como una medida de contención, previo a la cena la cúpula de la UCR se reunió con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el de Finanzas, Luis Caputo y el vicejefe de gabinete Mario Quintana, que expusieron y respondieron preguntas durante una hora y media. "Lo tomamos como una muy buena señal", dijeron los radicales, que apuntan a encabezar las listas en la mayoría de los distritos y sumar bancas en el Congreso.

El objetivo del centenario espacio es que no haya competencia interna en las PASO y que cada partido conserve todas las bancas que pone en juego, aunque esa estrategia dependería del poder territorial. Mientras que el PRO negocia desde la fortaleza que le da ser la fuerza mayoritaria en la Capital y en la provincia de Buenos Aires, la UCR prefiere que haya internas en provincias como Jujuy, Mendoza y Santa Cruz, donde tienen liderazgo.

Asistieron a la cena Frigerio, el jefe de Gabinete Marcos Peña, el secretario general de la Presidencia Fernando De Andreis, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, el vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli, el titular de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, la vicepresidenta Gabriela Michetti y el titular del PRO nacional, Humberto Schiavoni.

Por el radicalismo participaron Corral, el extitular del partido Ernesto Sanz, los gobernadores de Mendoza, Alfredo Cornejo, de Corrientes, Ricardo Colombi, de Jujuy, Gerardo Morales, los jefes de los bloques legislativos Mario Negri (Diputados) y Angel Rozas (Senado), el vicegobernador bonaerense Daniel Salvador y la titular de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin.