Peligra el plan Felices Fiestas

Industria cierra el año con adelanto de vacaciones, suspensiones y despidos masivos

La estrategia oficial para disminuir la tensión, a través de la mesa de diálogo tripartito y el pago de sumas extra a beneficiarios de planes sociales, está en dificultades. La falta de recuperación de la industria lleva a ajustes en salarios y empleo, con el consecuente malestar sindical.

Pasar las fiestas en paz. Ese es el principal objetivo que se propuso el Gobierno de cara a diciembre, un mes caliente por el temor a que se repitan los saqueos registrados en los últimos años ante las nuevas señales de conflictividad social que empiezan a aparecer en el horizonte.



Por estas horas el Ejecutivo avanza con su "plan blindaje" para contener los focos de descontento.



Las medidas incluyen una partida extra a los movimientos sociales, el diálogo con la CGT por el demorado bono y el refuerzo de gendarmería en el conurbano bonaerense, donde se concentran 4,5 millones de pobres y el 51% de todo el país, según los últimos datos oficiales.



Pero la realidad -con sus crudas cifras que marcan la persistencia de la recesión- está evidenciando las dificultades del plan del macrismo.



A pocas semanas de haber logrado cierta distensión por el llamado a la "mesa del diálogo social", todavía no hay ningún gremio que haya anunciado el pago del anunciado bono salarial de fin de año.



Más bien al contrario, siguen llegando malas noticias de sectores con problemas para mantener activa a su plantilla de personal.



Y el viernes tendrá lugar la manifestación más importante desde la del pasado 29 de abril, cuando marchen juntos la"nuevaCGT dialoguista con los gremios que responden a Hugo Moyano y las centrales mas alineadas a la izquierda.



El contraste es bien notorio. Por un lado, el Presidente reconoció la importancia de "trabajar en la calle" durante un acto en el que descartó la posibilidad de desmanes y se mostró optimista.



"Diciembre es un mes maravilloso en la vida de los argentinos, en la vida de todos, porque es un mes de encuentro de la familia, tenemos Navidad", afirmó la semana pasada Mauricio Macri.



En la industria, en cambio, el clima será diferente. Es que allí más de 100.000 trabajadores cerrarán el año con adelanto de vacaciones, suspensiones y despidos, debido a la caída del consumo, la suba de tarifas y las importaciones, así como por el parate de la obra pública y la quita de subsidios.



Se trata del personal del rubro metalúrgico, automotriz, alimentación, textil, carne, plástico, vidrio, madera, papel, construcción y petróleo, según el relevamiento que hizo iProfesional.



Son actividades que registran además el atraso en el pago de salarios y el cierre de establecimientos.



Consciente del deterioro del mercado de trabajo, la cúpula de la CGT reflotó en las últimas semanas su proyecto de emergencia laboral para congelar los despidos y suspensiones por tres o cuatro meses.



Una ley que Macri vetó en mayo pasado luego de que la central realizara una movilización inédita en respaldo a dicha norma, que había sido aprobada por el Congreso.



"La idea es que la gente pueda terminar el año con la tranquilidad y la certeza de no estar pensando que llega a su casa y tiene el telegrama en la puerta", dijo este lunes el titular de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri.



Sin ánimos de realizar un paro, la central decidió canalizar sus reclamos por medio de una movilización al Congreso que encabezará este viernes junto con los movimientos sociales, las Pymes y los jubilados. En Azopardo reconocen que "hay un sector importante que está descontento".



La creciente preocupación en los gremios industriales motivó la semana pasada una reunión en CGT con las Pymes del sector, que reclaman exenciones para pagar el bono y sostener el empleo.



En igual sentido, los sindicatos fabriles de Santa Fe y Córdoba se reunieron con las autoridades locales para pedir a la Rosada que declare la emergencia laboral.



Mientras tanto, el malestar volvió a asomar en algunos establecimientos. Tan solo semanas después de que Cresta Roja fuera comprada por u$s121 millones, los trabajadores de la segunda avícola más grande del país realizaron el lunes pasado un paro en la planta 2, ubicada en Ezeiza, en apoyo al bloqueo que iniciaron el día previo los despedidos para evitar el ingreso de pollos.



Los exempleados denuncian que el Grupo Proteinsa, ahora a cargo de la firma, no cumpliócon las promesas de reincorporar a la totalidad del personal cesanteado que percibe subsidios Repro.



Tras quebrar en diciembre pasado, la empresa se convirtió en un caso emblemático para el Gobierno. Ese fue el escenario que eligió Macri en mayo para anunciar el veto a la Ley antidespidos.



En el interior también surgen señales de desborde. La semana pasada unos 300 trabajadores textiles atacaron con piedras y huevos los locales del PRO y la UCR, después de que dos empresas de la textil TN Platex anunciaran que despedirán a 263 empleados.



"La situación es desesperante", admitió la secretaria de Trabajo provincial, Miriam Espinosa.



Radiografía del descontento. Pese a las expectativas de recuperación que tiene el Gobierno, los economistas afirman que todavía no se encuentran los "brotes verdes".



En el caso de la industria, los últimos datos del INDEC mostraron en septiembre una caídadel 7,3% interanual, la segunda baja más importante en el año después de que en julio retrocediera 7,9%.



La actividad más afectada es la metalúrgica y la siderúrgica. Allí se registran 28.000 suspensiones y despidos, según los datos de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).



En la rama electrónica, además, se teme la pérdida de 15.000 puestos a raíz de la decisión del Gobierno de eliminar a partir de marzo aranceles a la importación de las computadorasnotebooks tablets.



El impacto del anuncio oficial se empezó a sentir en Río Grande, Tierra del Fuego, donde la empresa IATEC (grupo Mirgor) y BGH resolvieron no renovar contratos que vencían el 31 de octubre, mientras que Digital Fueguina prevé hacer lo propio después de diciembre.



En total, se perdieron 170 puestos de trabajo. Por ello, Oscar Martínez, el titular de la seccional fueguina de la UOM amenaza con lanzar un paro en el sur del país. 



En Campana, Siderca mantiene cerca de 600 trabajadores suspendidos por la caída de la venta de sus tubos sin costura a la industria petrolera.



La producción de aceros laminados terminados en caliente en octubre cayó casi 20% interanual, según informó la Cámara Argentina del Acero. Ahora los obreros de Techint temen nuevas suspensiones y despidos a fin de año.



Los petroleros también enfrentan un panorama de incertidumbre en La Patagonia.



El senador nacional titular del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, aseguró este martes que "hay alrededor de 800 trabajadores petroleros sin ir al campo" en medio de la crisis que afecta al sector hidrocarburífero.



El gremio homólogo de Chubut acordó la semana pasada con la operadora Tecpetrol, de Techint, y sus contratistas la extensión por tres meses de las suspensiones con el pago de los salarios al 70%. El entendimiento fue rubricado en el Ministerio de Trabajo de la Nación.



La cadena textil es una de las más golpeadas por la caída de la demanda interna, el impacto de la suba en los servicios y las importaciones. La industria, que comprende el hilado, cuero, vestido, calzado y marroquinería, acumula 20.000 despidos y una contracción de la actividaddel 25% en lo que va del año, según datos de la cámara empresaria ProTejer.



En las próximas semanas, habrá una nueva ola de recortes en los salarios y plantillas según informaron los gremios textiles.



La mayor productora de hilado del país TN Platex tiene programadas suspensiones desde diciembre hasta abril del 2017 y 300 despidos en sus plantas.



En tanto, el parque industrial de Chaco, donde peligran 1.000 empleosSantana Textil aplicará 700 suspensiones entre diciembre y enero.



Alpargatas adelantará vacaciones a 3.600 trabajadores a partir del 12 de diciembre y los suspenderá desde el 26 de ese mes durante casi todo enero, tal como lo adelantó este medio la semana pasada.



En San Juan, las fabricantes de ropa interior también decidieron anticipar el descanso por la caída de las ventas.



El mes pasado Top San Juan, dedicada a fabricar pantalones Levi's, cerró las puertas de su planta, que empleaba a 110 personas.



"Se han traído productos terminados y las grandes empresas están jugando un papelextorsivo porque tienen espalda para aguantar, así que se viene un verano muy caliente", advirtieron en la Asociación Obrera Textil, que reclama al Gobierno la entrega de subsidios Repro a las empresas con problemas para pagar salarios.



El atraso en el pago de sueldos es otro de los problemas que comenzó extenderse en las empresas de indumentaria.



Ese es el caso de Legacy, que adeuda hasta tres meses a sus 340 empleados y ya anticipó que pagará diferido el aguinaldo de diciembre, según indicaron desde el Sindicato de Empleados Textil (SETIA).



En tanto, el Sindicato de Obreros del Cuero (SOC) informó que en su rama hay 3.000 Pymes afectadas, con un total de 500 despidos suspensiones.



En Avellaneda, la curtiembre Antonio Spósito envió 110 telegramas de cesantías, luego de meses de adeudar salarios, mientras que Calipso en Valentín Alsina despidió a 56 trabajadores.



De no haber un cambio en la política de comercio exterior, los empresarios reconocen que la situación podría empeorar en diciembre.



"Estamos estirando stocks para evitar despidos pero con una caída del 25% en el consumo en lo que va del año no aguantaremos", dijo a este medio el titular de la Cámara de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA).



Por otra parte, las fabricantes de calzado también prevén adelantar vacaciones y suspensiones, luego de registrar 3.500 despidos en lo que va del año.



La Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra) le hizo llegar al titular del Ministerio de Trabajo, Jorge Triaca, un proyecto para limitar las importaciones mediante un cupo para la producción de piezas nacionales.



En La Rioja, la textil Unisol, que fabrica zapatillas Puma, concedió en octubre vacaciones por 35 días a todos sus empleados en las plantas de Chamical y de Chilecito.



Mientras, en la capital provincial, arrancarán el 21 de noviembre. El descanso anticipado alcanza a 900 operarios.



La misma medida adoptó Arcor el mes pasado con 400 de sus trabajadores  en su planta de chocolates en la localidad cordobesa de Colonia Caroya, en Córdoba.



El rubro registró en los primeros nueve meses del año una baja del 1,9%, según el INDEC. "No hay despidos ni suspensiones, hay un goteo de despidos encubiertos, con cifras importantes de retiros voluntarios", dijo a este medio el titular del Sindicato de la Alimentación y secretario de industria de CGT, Rodolfo Daer.



En la construcción, el dirigente del gremio Uocra, Gerardo Martínez, reconoció que en lo que va del año se perdieron 80.000 puestos de trabajo, entre "60.000 empleos directos y 20.000 de cuentapropistas", y agregó que en el sector "la inversión no está parada, pero viene muy lenta".



Esa era una de las condiciones que había puesto el Gobierno para la generación de empleo.



Sin el bono de fin de año en las empresas y en varias provincias, todo indica que las medidas adoptadas por el oficialismo -el aguinaldo para los beneficiarios de planes sociales, los kits navideños y el refuerzo de asistencia social- no serán suficientes para calmar los reclamos.



asta gremios de la CGT salieron a entregar bolsones de comida.



Así las cosas, la red de contención dispuesta por el Ejecutivo -que incluye a la Iglesia, los intendentes y movimientos sociales dialoguistas- enfrentará un serio desafío en diciembre.



Será una nueva prueba de fuego en un momento en el que Macri necesita evitar nuevos brotes de conflictividad y ganar tiempo para que aparezcan los otros brotes, los verdes.

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