Problemas para Mau

Tras los incidentes en EE.UU., el peronismo bloquea la boleta electrónica a Macri

El peronismo no acepta el chip y en Cambiemos comienzan a resignarse, porque no llegarían a la licitación.

Luego de los inconvenientes en la elección de Estados Unidos, los senadores peronistas están decididos a impedir que el año próximo todo el país vote con boleta única electrónica, como planteó el proyecto de reforma política enviado por Mauricio Macri y aprobado en Diputados. 



Antes de ser consagrado presidente de la primera potencia del mundo, el republicano Donald Trump denunció irregularidades en muchos Estados como Utah, donde a la mañana solo 99 de 380 aparatos tenían las tarjetas de memoria programadas a las 7 de la mañana. Hubo que votar a mano para no parar la votación. 



No fue el único estado con irregularidades: según Washington Post, al final de la votación hubo problemas en al menos otros once Estados: Carolina del Norte, New York, Missouri, Georgia, Virginia, Pennsylvania, Kentucky, Connecticut, Massachusetts, Illinois e Indiana.



Como señala LPO, cuando se trataba la reforma política en la Cámara baja, los senadores del FpV-PJ Juan Manuel Abal Medina y Omar Perotti anticiparon que exigirían eliminar el chip de la boleta; o sea, que las máquinas sólo sirvan para imprimir pero no para contar los votos y así despegar la informática del escrutinio, para evitar conflictos como el de Estados Unidos.



Cambiemos desatendió se desentendió de la idea y con apoyo del Frente Renovador y el Bloque Justicialista logró aprobar el sistema tal como se aplicó en la Ciudad de Buenos Aires y en Salta, pero en la Cámara alta chocó con el PJ.



Con la excusa de las ausencias, el kirchnerista Marcelo Fuentes, presidente de la Comisión de la Asuntos Constitucionales, canceló la reunión informativa para hoy y estiró la fecha para su tratamiento.



Fue una jugada perfecta para complicar al Gobierno, porque como en el Senado no se puede tratar un proyecto si no pasaron al menos siete días de emitido el dictamen los plazos para sancionar la ley este año están ajustados.



En el mejor de los casos, se aprobaría con cambios el 23 de noviembre para que en extraordinarias Diputados ratifique su proyecto con dos tercios (un número improbable de alcanzar) o sancione los cambios.



El calendario dejó a Macri en una encrucijada. Si apura los tiempos, podrá tener la ley con boleta electrónica pero sin chip, un esquema que no lo convence, interesado en desterrar el sistema conteo manual.



Pero si llega a enero sin la ley no habrá tiempo para hacer la licitación, que dura no menos de tres meses y estará en el ojo de la tormenta por la presunta ventaja de la empresa Magic Software, que estuvo el año pasado a cargo del sistema en Ciudad y Salta, donde la oposición denunció que no tenía ningún acceso al escrutinio.



Durante el debate en Diputados, Juan Pedrini, del FpV-PJ recordó que esa compañía tiene patentado en el sistema de boleta única electrónica y por lo tanto una ley no podía copiar la denominación porque estaría anticipando el resultado de la votación.



El Gobierno nunca ocultó su apuro por aplicar la boleta electrónica en cada rincón del país. Cuando el proyecto llegó al Congreso, el ministro de Modernización Andrés Ibarra le garantizó a los legisladores oficialistas que tenía la logística preparada para implementar el boleta electrónica en todo el país. No se conocen muchas empresas que puedan hacerlo.

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