Agustín Pérez Marchetta

Sociólogo
¿Qué nos pasa?

La muerte, los animales y los derechos humanos

¿Qué sucede a nuestra sociedad? ¿por qué algunos temas nos movilizan y otros apenas le prestamos atención?

En estos días se conmocionó la sociedad salteña y los medios de comunicación por el fallecimiento del carrero Víctor Ángel Romero, víctima de la falta de oportunidades y la exclusión social. Esto pasó después de que Vicente, el caballo se desplomó en la calle Vicente López la semana pasada. El hecho causó indignación y fueron muchas las voces que se levantaron en contra del “maltrato animal” y las condiciones deplorables en las que se encontraba el caballo. Ante tal situación, desde una mirada humana hago esta pregunta a toda la sociedad: ¿Qué pasa que nos preocupamos más por la situación de un animal que la de un ser humano?.



Desde una mirada contemporánea podemos observar como en las sociedades actuales, vastos sectores de la sociedad empatizan y se sensibilizan por los animales mucho más que por las personas. ¿Por qué? Desde la perspectiva teórica de Karl Marx podríamos decir que las personas se encuentran actualmente tan enajenadas en sus actividades cotidianas (trabajo, familia y tiempo libre) que les impide reconocerse como parte de la especie humana. Eso ocasiona un desfasaje, en donde las personas proyectan sus sensibilidades y emociones para con sus esferas privadas (doméstica, familiar), cobrando gran importancia su entorno más cercano. A su vez emergen algunas figuras fetiches como ser el apego a los animales, ya que ante la soledad social a la que nos encontramos inmersos (una decisión individual alimentada por los paradigmas de inseguridad agitados por los medios de comunicación y los gobiernos) es necesario un horizonte donde proyectar los sueños y fantasías de las personas.



Es así que llegamos a la situación de que el caballo de un carrero se desploma en pleno centro salteño y la mirada social se posa emotivamente sobre el animal y criminalmente sobre el carrero. Por otro lado, la estigmatización y zozobra que habrá sentido Víctor lo llevó a una salida desesperada, en donde su familia y los sectores más postergados de Salta vuelven a ser los más golpeados.



En términos económicos el mundo tiene recursos suficientes para alimentar a toda la especie humana y convivir en armonía con el resto de las especies y nuestro entorno, entonces es necesaria nuestra reflexión y empatía para entender que la situación que atraviesan los carreros y sus animales (primando las personas) es consecuencia de un sistema desigual, patriarcal, jerárquico y represivo, en donde ambos seres expresan las miserias contemporáneas de las que todos somos responsables.



Ayer fue la Marcha #NiUnaMenos a la cual adhiero y comparto plenamente. Haciendo una analogía los que miran el animal antes que las personas, son también aquellos que se preocupan por las salud de las paredes antes que los femicidios. Esperemos que sigamos transitando estos caminos de lucha.



Si la muerte es ley, la rebeldía es justicia.

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