El energúmeno que mató a su hija en Mendoza también hizo algo aberrante en Salta

A poco más de 24 horas del crimen de Ayelén Arroyo, la joven que fue apuñalada por su papá en Mendoza, la fiscal Claudia Ríos consiguió que la hermana mayor de la víctima viajara desde Salta, donde vive actualmente, y denunciara al mismo hombre por abuso. De esta manera sumó una nueva imputación contra Roque Arroyo, además del femicidio.

El testimonio de Marcela terminó de cerrar una historia dolorosa que terminó de la peor manera. Cuenta el canal de noticias TN que, cuando quedó embarazada como consecuencia de las violaciones, Arroyo la trajo a Salta para abortar. Sin embargo, ella pudo escaparse y con la ayuda de una familia tuvo a su hija, que hoy tiene 7 años, y se quedó en la provincia. 

La que no pudo salir a tiempo del infierno fue Ayelén, quien empezó a sufrir también los abusos sexuales a los 15. Pero cuando su propia beba, de un año y medio, estuvo en riesgo también la joven ya no lo dudó y rompió el silencio. Denunció a su papá y consiguió que la Justicia ordenara la exclusión del hogar del hombre y la prohibición de acercamiento.

Una medida que nadie controló y que, por supuesto, tampoco se cumplió. Ayelén terminó muerta y las consecuencias se empiezan a conocer. El Gobierno pidió el jury de enjuiciamiento contra el fiscal, Fabricio Sidoti, por mal desempeño. 

Sidoti fue quien recibió la denuncia de la joven contra su padre dos semanas antes de que la asesinara pero, lejos de imputarlo y detenerlo, sólo le tomó una declaración informativa y lo dejó en libertad.