Un salame

Entró a robar a una carnicería salteña, se quedó encerrado en la heladera y casi muere

Para no morir, se abrigó con unos pedazos de carne. Cuando lo encontraron, no podía hablar.

Según el relato de Juan Carlos Núñez, propietario de la carnicería La Vieja Esquina, publicado en diario El Tribuno, una vecina le avisó en la madrugada del domingo, que había escuchado varios ruidos dentro de su negocio. "Estoy segura de que le están robando ahí adentro", le dijo la mujer.



Núñez junto a sus familiares ingresaron al negocio para revisar el estado de las cosas y descubrieron que les habían sustraído 900 pesos de la caja, por lo que decidieron realizar la denuncia.



Mientras ellos concurrían a la comisaría, un empleado se ofreció para quedarse toda la noche, ya que también notaron que las rejas de una ventana habían sido dobladas y deducían que por allí ingresó una persona de contextura pequeña.



Para la familia Núñez era una novedad y decidieron revisar el lugar. La sorpresa fue cuando abrieron una gran heladera frigorífica capaz de guardar varias medias reses. Allí, entre la carne, estaba escondido un menor temblando de frío casi sin poder balbucear palabras.



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