Lo que hay que saber

5 mitos sobre el VIH, ¿qué es cierto y qué no?

Sólo 2 de cada 10 personas usan siempre preservativos, y sólo 69.000 argentinos de los 126.000 infectados, están diagnosticados.

Si bien se recomienda que las personas sexualmente activas se realicen un test de VIH cada seis meses, esta recomendación está lejos de la realidad, por eso AHF Argentina insiste sobre la necesidad de ampliar la cobertura de este tipo de testeos porque el diagnóstico precoz permite encarar el tratamiento adecuado.



La falta de información sobre el virus y educación sobre su forma de contagio provoca que sólo 2 de cada 10 personas usen siempre preservativos, según datos de la organización.





Además, como informa Todo Noticias, el VIH se transmite a alrededor de 6.500 personas cada año. Por eso, para concientizar sobre esta realidad, el doctor Miguel Pedrola (M.P 11668), coordinador de AHF Argentina, explica cuáles son los mitos instalados en la sociedad que generan la falsa información:



MITO 1: Una persona que vive con VIH tiene síntomas y su estado es notorio con solo mirarla



No existe una manera de determinar si una persona vive con VIH con solo mirar su rostro o su cuerpo. Más aún, la mayor parte de las personas que viven con VIH no tienen ninguna sintomatología y cuando ésta aparece tiene que ver con una larga historia de infección asintomática. Por lo tanto, se debe usar preservativos en todas las relaciones sexuales donde haya penetración y realizar la prueba de determinación del VIH aún cuando no se tengan síntomas.



MITO 2: Compartir espacios cerrados, usar el mismo baño o tener contacto físico con una persona que tiene VIH provocará la transmisión del virus



El VIH no se contagia sino que se transmite. Diferenciar estos dos conceptos es de suma importancia para el manejo de la sociedad en relación a la epidemia. Una enfermedad contagiosa es aquella que tiene un agente infeccioso que puede vivir fuera del cuerpo humano y llegar a infectar a través del contacto con el medio ambiente (agua, aire, alimento, etc.) a otro ser humano. En cambio, el VIH es casi inviable fuera del ser humano y para su transmisión necesita un contacto directo entre dos personas a través de las relaciones sexuales, sangre o de la madre al hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. Por lo general, en las enfermedades contagiosas su prevención se basa en el aislamiento mientras que en las transmisibles, como el VIH, no es necesario aislar a la persona.



MITO 3: Por tener una única relación sexual sin protección con alguien que tiene VIH no tengo riesgo de contraer el virus



Siempre que haya penetración (oral, anal o vaginal) hay riesgo de transmisión en diversos grados pero al usar preservativo esa probabilidad de infección nunca es mayor del 5%. Más allá de esto, el uso del preservativo es la vía más segura para tener relaciones sexuales y evitar además otras enfermedades de transmisión sexual.



MITO 4: No hay forma de evitar que una embarazada que vive con VIH transmita a su bebé antes o después del nacimiento



Una vía probable de infección por VIH es la transmisión vertical. Una mujer infectada por VIH tiene un 40% de posibilidad de transmitírselo a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Esto plantea que no todo hijo de una madre que vive con VIH necesariamente va a estar infectado y que, actualmente si la madre realiza un tratamiento antirretroviral efectivo se reduce el riesgo de transmisión a menos del 1% por lo que debemos abogar para que en el futuro cercano no tengamos más niños que nazcan infectados por VIH.



MITO 5: No se puede contraer VIH por hacerse piercings o tatuajes 



Además de las relaciones sexuales sin preservativo, otra vía probable de infección es la sangre a través de las transfusiones, intercambios de agujas o el contacto directo. Los tatuajes o piercings realizados en establecimientos no seguros aumentan el riesgo de transmisión no sólo de VIH sino que de otras infecciones como las hepatitis B y C, entre otras.



 



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