Tremendo

Fue a un bar a tomar algo, quisieron violarla y así reaccionó

Contó todo en las redes sociales y se viralizó por todo el mundo.

Una chica tuvo una mala experiencia, en la cual la agredieron verbalmente sobre su cuerpo, y decidió compartir su opinión respecto al machismo y a los varones en general. El escrito terminó dando la vuelta al mundo.



Laura Muñoz fue a un bar una noche cualquiera y fue acosada: un hombre no paraba de comentar sobre ella y aludía a violencia sexual.



La carta completa:




Obtuve un ascenso un par de días atrás, así que decidí parar a tomar un trago en mi camino a casa. Sólo yo y mi sensación de logro.



Terminé sola en un bar, defendiéndome contra un guardia que tomó mi identificación mientras comentaba mi trasero (entre otras cosas) y me preguntaba cosas vagamente amenazantes sobre mi vida sexual.



Esta no es una calificación en Yelp, no es un reclamo enojado, y definitivamente no es algo que las mujeres necesiten recordar.



Hasta donde yo sé, hay sola una buena razón para crear esta interacción de ***** y demasiado usual: en mi experiencia, muchos hombres decentes aún no lo comprenden.



Tengo un amigo que una vez bromeó diciendo que estaba bien que él gritara cosas a las mujeres en la calle porque es guapo. Otro me preguntó fingiendo falso enojo por qué estaba bien que yo describiese un queque con un “siete” pero no estaba bien que él calificara a las mujeres de la misma manera.



Estuve recientemente en una fiesta casera en que un grupo de hombres se refirió a un estudio de grabación a prueba de ruido en el sótano como “la habitación de la violación” por 45 minutos.



Algunas de esas bromas eran un poco chistosas. Otras no lo eran. Pero todas son endémicas de algo más siniestro y honestamente no creo que los hombres en cuestión se den cuenta.



Así que a los hombres bien intencionados de mi vida, por favor consideren esto:



No importa qué consiga o cuán segura me sienta, los guardias ya mencionados del mundo aún creerán que tienen el derecho a demandar mi tiempo y atención, incluso si quiero estar sola.



Seguirán insistiendo en que yo sea cordial y alegre, incluso si me siento incómoda y atemorizada.



Seguirán comentando mi cuerpo y aludiendo a violencia sexual y calificándome de “rígida” si no recibo sus comentarios con humor.



Seguirán escogiendo el reforzar su dominación con el recuerdo de que podrían herirme si quisieran y que, de alguna manera, debería estar agradecida de que no lo hagan.



Esto me ha hecho (una persona) defensiva. Me ha puesto más en guardia de lo que me gustaría.



Humanos machos decentes, esto no es su culpa, pero tampoco es algo que no tenga nada que ver con ustedes.



Si una mujer es fría o está a la defensiva o no se ríe de su chiste, consideren la noción de que quizás no es una pe*** estricta y sin humor, sino que ha tenido experiencias fuera de su comprensión que han coloreado de forma adversa su percepción del mundo.



Consideren que mientras ustedes sólo están bromeando, una mujer puede estar haciendo un rápido cálculo mental para ver si va a tener que esconderse en un cubículo del baño y llamar a alguien por ayuda, como yo hice hace tres días”.



Obtuve un ascenso un par de días atrás, así que decidí parar a tomar un trago en mi camino a casa. Sólo yo y mi sensación de logro.



Terminé sola en un bar, defendiéndome contra un guardia que tomó mi identificación mientras comentaba mi trasero (entre otras cosas) y me preguntaba cosas vagamente amenazantes sobre mi vida sexual.



Esta no es una calificación en Yelp, no es un reclamo enojado, y definitivamente no es algo que las mujeres necesiten recordar.



Hasta donde yo sé, hay sola una buena razón para crear esta interacción de ***** y demasiado usual: en mi experiencia, muchos hombres decentes aún no lo comprenden.



Tengo un amigo que una vez bromeó diciendo que estaba bien que él gritara cosas a las mujeres en la calle porque es guapo. Otro me preguntó fingiendo falso enojo por qué estaba bien que yo describiese un queque con un “siete” pero no estaba bien que él calificara a las mujeres de la misma manera.



Estuve recientemente en una fiesta casera en que un grupo de hombres se refirió a un estudio de grabación a prueba de ruido en el sótano como “la habitación de la violación” por 45 minutos.



Algunas de esas bromas eran un poco chistosas. Otras no lo eran. Pero todas son endémicas de algo más siniestro y honestamente no creo que los hombres en cuestión se den cuenta.



Así que a los hombres bien intencionados de mi vida, por favor consideren esto:



No importa qué consiga o cuán segura me sienta, los guardias ya mencionados del mundo aún creerán que tienen el derecho a demandar mi tiempo y atención, incluso si quiero estar sola.



Seguirán insistiendo en que yo sea cordial y alegre, incluso si me siento incómoda y atemorizada.



Seguirán comentando mi cuerpo y aludiendo a violencia sexual y calificándome de “rígida” si no recibo sus comentarios con humor.



Seguirán escogiendo el reforzar su dominación con el recuerdo de que podrían herirme si quisieran y que, de alguna manera, debería estar agradecida de que no lo hagan.



Esto me ha hecho (una persona) defensiva. Me ha puesto más en guardia de lo que me gustaría.



Humanos machos decentes, esto no es su culpa, pero tampoco es algo que no tenga nada que ver con ustedes.



Si una mujer es fría o está a la defensiva o no se ríe de su chiste, consideren la noción de que quizás no es una pe*** estricta y sin humor, sino que ha tenido experiencias fuera de su comprensión que han coloreado de forma adversa su percepción del mundo.



Consideren que mientras ustedes sólo están bromeando, una mujer puede estar haciendo un rápido cálculo mental para ver si va a tener que esconderse en un cubículo del baño y llamar a alguien por ayuda, como yo hice hace tres días”.


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