Escapó del boliche de la masacre y salvó a otro chico de morir

La masacre en el boliche Pulse de Orlando fue la más grave desde los atentados del 11 de septiembre. La madrugada del domingo Omar Mateen, un joven de 29 años e hijo de afganos, entró al boliche gay y empezó a disparar su rifle AR-15. Antes de que lo matara la policía, asesinó a 49 personas y dejó heridas a más de 50.

Algunos de los sobrevivientes de la masacre hablaron e intentaron describir el horror que sufrieron durante las tres horas que duró el ataque. "Fue un shock total", contó a TN.com.ar Joshua Goldfister. Empleado de otro bar gay de la zona, esa noche había ido con un grupo de amigos a divertirse a Pulse. "Nunca pensamos que esto podía pasar acá - sostuvo - es una comunidad gay muy grande".

En medio de la locura y el  miedo, Joshua trataba de mirar lo menos posible a su alrededor. Sólo quería salir. Pero en el camino se encontró con uno de los heridos. "Tres tiros tenía. Lo llevé conmigo hasta que estuvimos en un lugar seguro", relató.

Horas después y por televisión, el joven se enteró de que conocía a cuatro personas que estaban en la lista de víctimas. "Apagué todo. No quería saber nada más".