Lo que le hizo su ex a esta mujer no tiene perdón

"Si me quiere matar, que lo haga, porque esta agonía que estoy pasando es muy larga y ya no la aguanto mas”. El desgarrador testimonio pertenece a una joven víctima de la violencia demencial de su ex pareja, a quien nada lo detiene y lleva adelante todo tipo de manifestaciones brutales con el fin de hacerle la vida imposible como castigo por haberse distanciado de él, hasta llegar al punto de hacerle perder un embarazo.

A pesar de las agresiones padecidas, las autoridades no han intervenido para brindarle al menos contención a la mujer de la ciudad de La Plata, que ya no tiene esperanza alguna, y teme y cree en un final trágico.

Un infierno cristalizado en todo tipo de agresiones, de las cuales la más empleada era colocarle un arma de fuego en diferentes partes de su cuerpo, lo que llevó a Marcela Noguera a interrumpir su relación amorosa en 2013 con un sujeto, quien, como ella, se desempeña en la Policía Bonaerense.

Sin embargo, a los cuatro meses de tomar esa decisión, “me prendió fuego el auto en la puerta de la comisaría en la que trabajaba”.

El ataque tuvo los efectos deseados para el violento individuo puesto que dos meses después Marcela se reconcilió con quien hasta ese momento no la dejaba vivir en paz. En este sentido, ella le reconoció a “Crónica” que “me insistía, hasta me decía cómo estaba vestida, me tenía aterrorizada y entonces pensé que lo mejor era estar bien con esta persona”. Sin embargo, “fue terrible porque me tenía encerrada, me aisló de mi familia y hasta me engañaba con mis amigas”.

La situación límite del infierno desencadenado por su ex pareja tuvo lugar cuando “me pegó, me amenazó con un cuchillo, creí que me mataba”, razón por la cual el 14 de diciembre pasado finalmente Noguera se alejó de su agresor, quien no se rindió y continuó con los acosos, principalmente aprovechando las visitas a su hijo.

Insoportable

Más de 160 llamadas diarias, varios intentos por embestirla con su automóvil y hasta feroces golpizas fueron algunas de las manifestaciones de un tormento que la mujer de 34 años tuvo que padecer y que impulsó a una restricción perimetral que jamás cumplió el acusado.

Por el contrario, su afán violento siguió profundizándose mediante destrozos al vehículo de la mujer, carteles con el mensaje: “Ojo, cuidate, jaja” pegados en el mismo rodado y una advertencia telefónica en la que le dejaba en claro: “Vos sabés de lo que soy capaz, te voy a matar”.

Es por ello que, invadida por la angustia y la desesperación al no advertir avances en su denuncia judicial, Noguera reconoce su desazón con una confesión estremecedora: “Que la haga corta y me mate, porque esta agonía es muy larga. Quiero que alguien me escuche, pero nadie lo hace, y pienso que no tiene solución, no va a parar hasta hacerme daño”.