Según la Academia Americana de Dermatología (AAD), el acné se define como una “enfermedad cutánea inflamatoria crónica que se caracteriza por comedones (puntos negros y blancos), espinillas y bultos más profundos (quistes o nódulos) que se dan en la cara, cuello, pecho, espalda, hombros y antebrazos”.
El origen es muy variado y muchos recurren a querer sacárselos por sus propios medios perjudicando a la larga la piel. Nexofin compartió los principales efectos adversos que genera hacer esto son los siguientes:
Lo empeora: el alivio es temporal, ya que luego empeora la inflamación además de que el grano va a reaparecer por más tiempo e incluso más rojo e irritado.
Puede quedar marca: al romper la piel para sacar el pus se produce una cicatriz y, como cualquier otro corte, esto puede generar irritación y marcas permanentes.
Pueden introducirse bacterias a tu piel: al abrir el área afectada, hay más posibilidades que las bacterias se introduzcan
Podés sufrir una infección grave: según la dermatóloga Cynthia Bailey, “los vasos sanguíneos de aquí se comunican directamente con vasos sanguíneos en tu cerebro. Si el pus de un grano infectado se mete a tu piel en lugar de salir a la superficie, podrías tener un problema mucho más serio que simplemente acné; la infección de tejido más profunda puede expandirse hasta el cerebro, donde puede generar una muy rara condición llamada trombosis del seno cavernoso”.
Tu piel podría dañarse permanentemente: al hacerlo de forma inadecuada, es mejor controlar el impulso y evitar que estas marcas duren por el resto de tu vida.
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