"Pajero", "Zica" y otros autos que fueron rebautizados por ser "políticamente incorrectos"

Parece mentira, pero a veces los creativos van muy lejos a la hora de nombrar sus productos... y de traducirlos.

Hay 800.000 denominaciones patentadas en la industria automotriz, pero ni siquera eso sirve como excusa para algunos de los nombres más insólitos (y desastrosos) en la historia de la fabricación de autos.



1. Un modelo contagioso. Recientemente Tata Motors se vio obligado a rebautizar a su nuevo coche urbano, originalmente llamado Zica, por su inevitable semejanza con el virus Zika, declarado emergencia en salud pública mundial por la Organización Mundial de la Salud.



Se transformó en Tiago en homenaje al jugador de fútbol portugués Tiago Mendes. La empresa emitió un comunicad para explicar su decisión: “En solidaridad con los sufrimientos provocados por el reciente brote del virus del zika, Tata Motors, como compañía socialmente responsable, decidió cambiar la marca del coche”.



2. Un modelo no tan productivo. El Mitsubishi Pajero no fue, en sus orígenes, intencionalmente nombrado para aludir a su poca eficiencia. Fue llamado así por el Leopardus pajeros, un felino propio de Sudamérica que también se conoce como gato de los pajonales o gato de las pampas. La connotación inapropiada de la jerga local llevó a que la compañía cambiara su nombre en los países hispanoparlantes a Montero.



3. Un modelo trabajador. Por las vastas diferencias entre su idioa y el nuestro, son siemrpe las marcas niponas las que dan la tecla en materia de nombres con dobre significado. Ese fue el caso del Mazda Laputa. Las razones de su traducción al idioma español no se comprenden. Sólo fue comercializado en Estados Unidos, para el regocijo de la población hispana. El Laputa fue presentado hacia 1999 como una mezcla de SUV y keicar. Sufrió un ligero rediseño en 2001 pero fue retirado de la venta en el 2006.





4. Un auto que va para el otro lado. La temática sexual desencadenó la mayoría de los cambios. Lancia lanzó en 1969 un modelo muy influenciado por la estética de esa época. Lo llamó Marica, una creación de Ghia y del diseñador Tom Tjaarda exhibido al público en el Salón del Automóvil de Turín.





 5. Un modelo resfriado. “El Moco lo puedes guardar en cualquier sitio”, rezaba una campaña de lanzamiento en Japón. El Nissan Moco fue un microcoche que llegó a fabricarse en color verde para facilitar su comparación. Se convirtió así en la bandera de las peores denominaciones de autos. En Europa tuvieron más tacto: se conoce como Cube.





6. El auto favorito de Mick Jagger. El Volkswagen Jetta sí fue desafortunado. Su pronunciación fonética correcta sería “yeta”, sinónimo de mala suerte por estas latitudes. También podría relacionarse con el lunfardo de cara o rostro. De sus caudal de diferentes interpretaciones nació su renombramiento. Para la quinta y sexta generación de este popular berlina alemana se denominó Vento.





7. ¿Auto o llama?. Hyundai Scoupe apareció en el mercado nacional en 1988. La compañía tardó siete años en reformular su nombre para evitar que sonora como “escupe”. Se rebautizó con la quita de su primera letra para quedar Hyundai Coupé, una versión deportiva de dos puertas del Hyundai Excel.





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