Por la aceptación

Bajó más de 50 kilos y ahora comparte su historia

Sufrió bullying durante años por su sobrepeso. Hoy se ecuentra en forma y lleva una vida completamente saludable. Mirá cómo logró estar tan delgada.

La rusa Tanya Rybakova, de 25 años, conoce bien lo que se siente sufrir bullying por ser gordo. Tras una infancia y adolescencia en la que tuvo que soportar el acoso y burlas de sus compañeros aludiendo a su sobrepeso, decidió que cambiaría su estilo de vida y adelgazaría.







Y así fue. Tras perder cerca de 55 kilos, la joven cambió radicalmente su aspecto y decidió compartir su estrategia y avances con el resto del mundo. “A menudo no puedo creer que esta sea mi vida”, reconoce la joven que define su evolución como la auténtica historia de la Cenicienta.





Hoy son muchas las personas que la contactan para solicitarle su ayuda o, simplemente, para decirle lo hermosa y delgada que está. Pero, ¿qué hizo realmente para conseguir estar en esa forma?



Tanya se sometió a tres años y medio de intenso trabajo en los que iba perdiendo peso progresivamente. Lo primero que hizo fue empezar natación y practicar ejercicio tres veces a la semana, y eliminar de su dieta las grasas trans, demasiado presentes en su alimentación: “No vengo de una familia rica y comíamos un montón de comida barata que no era saludable. No sabíamos que no era buena, solo que era sabrosa. La realidad es que cada vez pesaba más y más, empecé a tener problemas para respirar y prácticamente no podía caminar. Tenía problemas de salud por no comer sano y al llegar a la universidad me sentía débil y temblorosa”.





Después de probar varias dietas que la ayudaron poco y nada, Tanya contactó a un nutricionista y entrenador personal que dio con la clave: la joven necesitaba un cambio radical de sus hábitos alimenticios –más proteínas y menos grasas– y ejercicio. Hoy come bien, “por lo general pollo o atún con verduras”, se sirve raciones más pequeñas y ha sustituido el chocolate y los dulces por aperitivos saludables como manzanas o yogurt. Además, trata de cenar tres horas antes de acostarse y siempre planea sus comidas de un día. Sin embargo, ninguno de estos cambios tiene sentido si no hay una base: “No se trata de hacer una dieta, sino de seguir un estilo de vida”, insiste.





Como tantas otras personas que pierden una gran cantidad de peso en poco tiempo, Tanya tuvo que someterse a cirugía para que le extirpasen el exceso de piel. “Intenté aceptar la flaccidez e hice todo lo posible que había en mi mano, pero era demasiado pellejo”, comenta Tanya.






"Intento mostrar a la gente que quiere perder peso que lo primero que tiene que hacer es cambiar su manera de pensar. No se trata sólo de adelgazar, eso es sólo el primer paso, se trata de tener confianza y estar sano física y mentalmente”.








 

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