Sexo, sangre y horror: mató a su hermano para quedarse con su cuñada
Al parecer, el muchacho inició una relación con la mujer luego de enterarse que su pariente le pegaba. Podrían absolverlo.
Una historia sin precedentes conmueve a Santiago del Estero. Por estos días, un joven enfrenta un juicio acusado de ser el asesino de su propio hermano. En medio hay una trama de sexo prohibido con su cuñada, sangre y violencia de género. Creen que mató para quedarse con la pareja de su pariente.
El protagonista es Alejandro "Piru" Mansilla. Habría matado a tiros a su hermano, Alberto Agustín Mansilla, cuyo cuerpo apareció sin vida el 23 de agosto del 2017 en Los Porongos, departamento Rivadavia.
"Amor" prohibido
Por boca de los testigos, la Fiscalía estableció que durante ocho años "Piru" fue amante de la esposa de su hermano.
El "affaire" perduró aún cuando la mujer sufría violencia de género a manos de su marido, ajeno a la vida paralela de su mujer y su hermano.
En teoría cansada, la mujer denunció a su esposo y el 20 de agosto abandonó el hogar. El 23, un oficial de Justicia de Ceres, Santa Fe, fue a la casa de Alberto Agustín a notificarlo de la denuncia de su pareja.
Abandono y muerte
El dueño de casa yacía en un charco de sangre. Presentaba un tiro en la cabeza que partió de una escopeta, hallada a dos o tres metros del cuerpo.
Una nota con la inscripción "me voy", dejó entrever un suicidio, pero la autopsia estableció que el disparo partió desde atrás y no presentaba restos de pólvora en las manos.
Cayó preso "Piru" porque fue visto al pasar por frente de la casa de la víctima y ya se le confirmó la prisión preventiva.
La Fiscalía lo tiene en la escena y juzga que sólo él ganaba con la muerte de su hermano.
Enfrente, Cejas Escalada explotaría las "dudas" e intentaría rescatar a "Piru" del "homicidio calificado por alevosía", reprimido sólo con prisión perpetua.
Para Cejas Escalada, el fratricidio no delata culpa en "Piru", ya que también su muerte beneficiaba a su esposa.
El abogado también sustentará su planteo, ya que al parecer no habría ADN u otra prueba cientifica que vincule el homicidio con su defendido.
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